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martes, 20 de agosto de 2013

¿Es la Torre de Babel el origen de todas las lenguas?

El enigmatico origen de las lenguas es un tema muy complicado sujeto, obviamente , a estudio por los cientificos, lingüistas y antropologos que buscan explicar como el hommo sapiens empezo a trasladar su conciencia a traves del habla y de esa forma , codificar en su comunidad las formas de comunicación que hasta el dia de hoy existen. Son en la actualidad unas seis mil quinientas las lenguas que se hablan en nuestro mundo. De ellas, solamente veinticinco pueden considerarse importantes por su extensión y por su producción escrita. La pregunta que ha preocupado siempre a pensadores y lingüistas es inmediata: ¿De dónde surgió tal diversidad? ¿Cuál fue el origen de todas las lenguas?

La Biblia nos dice que el lenguaje fue un don de Dios dado al primer hombre. Adán no tiene que realizar todo un proceso de aprendizaje, pasando por etapas de balbuceos, gritos o gruñidos, antes de pronunciar la primera palabra correcta, sino que en el mismo acto creador le es infundida una lengua perfecta y compleja. Inmediatamente, el padre de la humanidad es capaz de comprender órdenes verbales, de hablar con su compañera, de poner nombre a todos los animales -los zoólogos saben bien lo difícil que puede resultar esta labor- y de comunicarse con Dios. Según el primer versículo del capítulo 11 de Génesis, parece que toda la tierra era de una misma lengua. Pero esto no duró mucho; cien años después del diluvio universal, los hombres se rebelan contra Dios y los descendientes de Noé no quieren obedecer el mandato de Dios de “llenar la tierra“, por lo que Dios tiene que actuar. Provoca una confusión instantánea y total del primitivo lenguaje, para que no se pudieran entender unos con otros y no tuvieran más remedio que dispersarse. Este es, según la Biblia, el verdadero origen de las lenguas.
En la misma Torre de Babel, Dios (o quién fuera) dividió el lenguaje original, que había otorgado a Adán, en los aproximadamente cincuenta lenguajes principales que hoy los lingüistas no consiguen relacionar entre sí, todos igualmente complejos y mutuamente incomprensibles. Surgen así el japonés, el árabe, el bantú, etc., modos completamente distintos de comunicación verbal. Desde luego, es muy cierto que un español, un inglés, un alemán o un francés que no conociesen las lenguas de sus vecinos, no se podrían entender en absoluto con ellos; pero la evidencia demuestra que probablemente Dios no actuó dividiendo idiomas de una misma familia, en este caso, la Indoeuropea, sino que se centró en la separación, rotunda y radical de las principales familias, que luego, con el tiempo, cada una por separado, originarían el total de las lenguas de la actualidad. En el transcurso de los siglos, algunas tribus aprenderían a escribir y dejarían así constancia de su lenguaje, como el griego. Otras se perderían en la jungla y no desarrollarían ningún sistema de escritura. Pero aún así, la transmisión oral nos permite comprobar que sus lenguas son reliquias de un pasado glorioso. Esto es lo que afirma la Biblia y, a pesar de que para muchos no es la auténtica realidad, no pocos investigadores, tras décadas de estudios sobre el tema que nos ocupa, han tenido que tirar la toalla debido a que la incógnita no ha podido ser esclarecida a pesar de todos sus esfuerzos.

En dicha cuestión han fracasado los más obstinados arqueólogos, antropólogos y lingüistas.

 Sobre el origen del lenguaje, se ciernen múltiples cuestiones que aún hoy carecen de respuesta; preguntas que generan inquietud, fascinación y controversias que provocaron que durante el siglo XIX, la Sociedad Lingüística de París se viera obligada a suspender cualquier debate sobre ello.
 De lo comentado hasta aquí puede deducirse que la cuestión que nos ocupa es uno de los enigmas universales, que más ha intrigado a la Humanidad y que ha arrojado auténticos ríos de tinta que, por desgracia, aún hoy no ha desembocado a un mar que acabe con la incógnita.

 A continuación expondremos las más difundidas:
  •  Los lingüistas apoyan una teoría de la onomatopeya que sostiene que los seres humanos comenzaron a hablar imitando los sonidos de su entorno; particularmente los producidos por los animales, o de forma general los emitidos por la naturaleza. 
  • Los filósofos de la Antigüedad consideraban que el origen radicaba en los que los sonido eran similares a lo que se quería representar, por tanto y en un principio, su teoría se vincula a la dada por los lingüistas, sin embargo, a partir del siglo XVIII, será el pensador y filósofo G. Wilhelm Leibniz quien afirme que, a partir de esa imitación natural que representaba la realidad, se cree una lengua de la que derivan las actuales ( lo que se denomina monogénesis ). 
  • Los religiosos consideran que el origen del lenguaje lo otorgó Dios a Adán para que fuera el único animal racional que tuviera la capacidad de dar el nombre al resto de los seres y realidades del mundo. 
  • Los estudiosos evolucionistas concuerdan en que el lenguaje apareció por la necesidad de comunicarse. Habría un primer lenguaje de la época Neandertal que iría evolucionando a la actual con el Homo sapiens. 
 A pesar de las innumerables investigaciones realizadas, no se sabe con certeza cuándo y cómo nació el lenguaje, esa facultad que el hombre tiene para comunicarse con sus semejantes, valiéndose de un sistema formado por el conjunto de signos lingüísticos y sus relaciones y pese a que muchos investigadores tratan de echar luces sobre este misterio, sus resultados no pasan de ser más que meras especulaciones. Especulaciones que al menos por el momento no se saben si tendrán un final positivo que dé lugar a la resolución del tema.

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