Este
es el punto común en el cual todos los textos coinciden sin discutir pues es el campo en que la
magia, lo sobrenatural e inexplicable cobra vida. Vemos su explicación
teológica a continuación.
Comenzamos
con la biblia que es el más conocido y por lo tanto con mas estudio “Teología”
es el lenguaje (logos) acerca de Dios (theos). Podemos distinguir dos amplios
tipos de teología: Teología Bíblica y Teología Eclesiástica. La Teología
Bíblica trata con la manera en que Dios se presenta a Sí mismo y Sus acciones
en la Biblia misma, mientras que la Teología Eclesiástica trata de cómo la
Iglesia ha aplicado el contenido de la Biblia a partir del cierre del canon de
la Escritura.
Comencemos
con lo que estamos llamando Teología Eclesiástica. La Teología Eclesiástica se
realiza cuando la Iglesia estudia cómo es aplicado el contenido de la Biblia en
maneras nuevas y a nuevos asuntos. Podemos distinguir más o menos cuatro ramas
de Teología Eclesiástica, sin ningún orden particular
En
el sentido religioso el Popol Vuh se manifiesta en lo siguiente:
Presenta en forma sucesiva todo el proceso de
creación del universo en etapas ordenadas: cielo, tierra, montes, valles,
animales, hombre.
Se
nos presenta el origen y formación de los dioses desde el punto de vista de su
jerarquización, ubicación, nombres, su integración a un sistema de divinidades
vinculadas a los elementos de la naturaleza: sol, agua, día, noche, siempre
presentadas en una concepción dual.
Nos
detalla la religión maya politeísta con sus creencias, ritos adoraciones,
sacrificios, preceptos, ofrendas, danzas. Dentro de una concepción religiosa
duelita dioses del bien y dioses del mal, los que aseguran la fertilidad y los
que siembran el caos, la muerte y la esterilidad, circunstancia que genera
luchas y combates entre las divinidades lo que se ha denominado “Gesta de los
Dioses”
Presenta
una explicación de hechos naturales por medio de relatos míticos, más que
históricos.
La
creación de animales como intento de un ser que hablara y adorara los creadores
permite explicarnos que en esta etapa histórica el hombre no poseía verbo,
vivía en cavernas, ara recolector, no cultivaba la tierra.
Si
hacemos referencia al hombre de barro la explicación mitológica nos dice que
hay un proceso económico social más avanzado: utiliza la tierra no solo para el
cultivo sino también para los usos de alfarería y arte sedimentario.
El
Avesta sistema puede ser mejor definido como el monoteísmo modificados por un
dualismo físico y moral, con un sistema ético basado en un código moral y divinamente
revelado el libre albedrío humano. Como lo es ahora seguida por los
descendientes de vida de sus devotos en primer lugar, los parsis de la India,
es prácticamente la misma que aparece en el Avesta mismo, excepto que su
monoteísmo es más rígido y determinado, y que se ha despojado de ese tipo de
prácticas objetables como Khvetuk-das (Khvaetva-Datha) y trata de explicar. Un
gran avivamiento en el conocimiento de las lenguas antiguas sagrado (Zend y
Pahlavi), que se había convertido en casi olvidada, ha tenido lugar durante el
último medio siglo bajo el estímulo de la erudición europea, cuyos resultados
han sido ampliamente adoptados y asimilados. El culto religioso es
escrupulosamente mantenido como antaño. Las antiguas virtudes tradicionales y
nacionales características de la verdad y la generosidad con la mano abierta
florecer en extremo a la pequeña, pero muy inteligente, de la comunidad.
Existe un primer problema a la hora de hablar de la teología dentro de La Odisea, y éste radica en la consideración de si son o no reales. O sea, si responden sólo a un interés literario o si forman parte del bagaje cultural y religioso de este pueblo. Hay algunos autores, como G. Thiele, que los considera como un invento de los poetas épicos anteriores o de Homero mismo, por lo que pasarían a ser pura ficción intencionada, ideada por y para la epopeya, sin ser, pues, expresión de una fe ni constituyendo una religión. Por otro lado tenemos la opción contraria llevada a su más exagerado extremo: en las interpretaciones que hace Buffiére sobre el contenido de los poemas, como si fuese un mundo teológico totalmente poblado por fuerzas y dioses, revistiendo los poemas de un carácter místico. Así pues, él ve la guerra de Troya como una ejemplificación del combate de las almas, siendo los troyanos las almas carnales y los griegos las espirituales. A la vez que en la Odisea, el largo errar de Ulises por los mares, como una representación del exilio del alma en el «país de la materia» Existe también un segundo problema derivado al igual que el origen de la épica, sobre la posible relación Homero-Micenas en cuanto al tratamiento de los dioses o su simple denominación.
Actualmente se reconoce la existencia de ciertas similitudes de denominación (una docena escasa de nombres divinos griegos aparecen en las tablillas, tales como Zeus, Hera, Poseidon, Artemis, Dionisos, Hermes,... si bien estos aparecen acompañados en las tablillas de otros muchos nombres divinos que no figuran en la religión homérica, en la que por el contrario figuran muchos nombres divinos que todavía no se han encontrado en los textos micénicos), sin embargo se recuerda, que al igual que en el resto de los demás aspectos del mundo homérico, se superponen dos planos diferentes: el recuerdo de un pasado micénico y aqueo, que proviene de la tradición épica, y las impresiones personales del poeta, reflejo del mundo que le tocó vivir.
Partiendo
de la base de que la Biblia no es un texto funerario, ni una colección de
sortilegios, como lo es el Libro egipcio de los Muertos, ni que ambos textos
presentan una misma composición, ni derivan de una misma cultura y religión, no
puede sostenerse una relación directa del Libro de los Muertos con la Biblia.
No
obstante, no puede tampoco cuestionarse que el Libro de los Muertos tuvo un
papel relevante en la cultura del antiguo Egipto, manteniendo su praxis durante
el periodo coincidente con la composición del texto bíblico.
Toda
vez que la Biblia es un texto heterogéneo donde se aprecian distintas
influencias culturales en su composición (Egipto, Mesopotamia, etc.), no puede
descartarse alguna vaga influencia del Libro de los Muertos sobre la Biblia,
aunque sea a razón de un hito característico de la cultura egipcia que marco a
las poblaciones vecinas, también politeístas y sujetas al dominio de Egipto.
Por
consiguiente, este breve artículo únicamente pretende exponer algunos pequeños
puntos que aparecen en el Libro Egipcio de los Muertos y que parecen también
recogerse vagamente en la Biblia; lo cual, como antes ya mencioné, no significa
en modo alguno que la Biblia contenga parte de esta obra egipcia o que ambas
tengan una relación en sí, directa.
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